Algo más de un mes después del primer Gran Premio de Europa de Fórmula 1, el Ayuntamiento ha iniciado las obras de urbanización que definirán el entorno del puerto. La primera fase consiste en la construcción de una gran isleta en la calle J. J. Dómine que separará los dos sentidos de tráfico de la calzada, fija porque no molestará al trazado de velocidad el próximo año.
Así lo asegura el concejal de Tráfico, Alfonso Novo, quien matiza que en la parte más próxima a la plaza Armada Española sí que se colocarán unos jardines desmontables, al estar dentro de la zona de escape de los bólidos. Los llamados "run-off" son la garantía de seguridad de que no se producirá ninguna tragedia en la salida de las curvas, al dejar varios metros de distancia para que los pilotos controlen sus coches.
La isleta apenas tendrá un metro de anchura y Novo afirma que no será necesario demolerla en la próxima edición. La urbanización del circuito dejó en suspenso algunas mejoras en el entorno de la marina, encargadas por la Conselleria de Infraestructuras y que deben iniciarse estas semanas.
Una de ellas es la ordenación del tráfico en la calle J. J. Dómine. En la parte más cercana al puente giratorio, sí han comenzado a colocarse farolas, conducciones para jardines y algunas piezas del mobiliario urbano diseñado por el arquitecto José María Tomás.
Las aceras de la calle J. J. Dómine serán desmontables en la parte que limite con la marina. Para permitir un mejor paso se ha previsto la colocación de un semáforo más, que beneficiará la conexión del Marítimo con esta parte del puerto.
La empresa Cyes es la responsable de la urbanización, que será costeada al igual que el resto de las obras del Circuito Urbano por las empresas que gestionen negocios en la futura marina, en lo que respecta a esta zona. En el Grao, corresponderá a los promotores inmobiliarios del nuevo barrio.
Para los jardines desmontables se han elegido plantas y árboles que aguanten la brisa marina, impregnada de salitre. La empresa Valmor Sports debe, según dijo en su día la alcaldesa Barberá, definir la ubicación de las gradas el próximo año para afectar al mínimo número posible de zonas verdes.
El aforo este año ha llegado a los 112.000 espectadores, aunque se produjeron quejas por la mala visibilidad en algunas tribunas. En total, Consumo tramita un millar de quejas, en su mayor parte por esta causa. De cara a la próxima edición, la empresa organizadora ya adelantó que cambiará la ubicación de algunas gradas, lo que puede alterar el diseño de los jardines. Fuente:lasprovincias.es
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