Massa, gana en el circuito urbano de Valencia


No fue el fin de semana de Alonso y debería haberlo sido. Con Valencia engalanada, de estreno y con el piloto asturiano de perfecto anfitrión en tierras españolas, el guión debió ser, casi por decreto, algo más benévolo con el devenir del piloto asturiano. Ni una sola vez le vieron pasar por delante de las tribunas del puerto, ni una sola 'ola' le pudieron dedicar las miles de personas que abarrotaron, pero no llenaron las gradas valencianas, ni un solo brindis en los yates atracados junto al trazado y atrapados por el 'glamour' de la Fórmula1.

El piloto que en gran parte hizo posible que el GP de Europa, el que Ecclestone quiere que se llame 'mundial' y que se llamará del 'Mediterráneo' viaje a Valencia, duró tres curvas, las que tardó Nakajima, al que adelantó en la salida, en embestirle y romperle el alerón trasero. "Ha sido mala suerte. Cuando se sale tan atrás hay más posibilidades de que esto pase". En el día que cumplía años su primera victoria en la F1, no pudo celebrarlo con un buen resultado. Su duodécima clasificación le costó cara. Fue un incidente de carrera, el único por culpa de otro piloto, y le tocó a él, y junto a Raikkonen y Sutil fueron los únicos que abandonaron, sin provocar la salida de un 'safety-car' que todo la parrilla esperaba.

A finlandés de Ferrari tampoco le salieron las cosas bien. No pudo luchar por el podio, se llevó a un mecánico por delante al salir antes de tiempo en el segundo repostaje y rompió su motor quedándose sin puntos. Quería volver al triunfo en España, donde ganó por última vez esta temporada cuatro meses atrás. Mala racha que hace incluso que su compañero de equipo le supere en la clasificación. El mismo que daban fuera de Ferrari, que criticaron por dos abandonos consecutivos, es segundo, y pasa las críticas al otro volante, al que ya acusan de falta de motivación.

Massa dominó desde el flanco izquierdo de la salida, aquel que cambiaron de lado a última hora porque el segundo partía con ventaja. Cosas del estreno. Tiró con decisión y sólo le aguantó Hamilton, ahora más líder del mundial. Le acompañó en el podio y con mérito especial por sus problemas gástricos que hicieron que De la Rosa estuviera a punto de pilotar el McLaren. Junto a él Kubica, que sigue igual de fiable. Al mínimo despiste de los favoritos se convierte en fijo en el cajón.

La carrera no tuvo más. El debut fue descafeinado, sin lleno absoluto a pesar de vender todas las entradas, sin fiestas en las terrazas por prohibición política, y sin adelantamientos sobre la pista. Era uno de los atractivos, para ser un circuito urbano, y sólo Glock en la salida, Sutil y Nakajima sobre Barrichello, lo practicaron. La suerte sobre el planísimo asfalto no acompañó a la ilusión que puso la organización y los más de 100.000 espectadores que hicieron a los pilotos sentirse en un lugar especial. Durante los seis próximos años en los que Valencia acogerá esta cita, la F1 podrá devolverle a la ciudad y a los aficionados, en forma de espectáculo, todo lo entregado.
Fuente: telecinco.es

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