Hasta 1.800 dólares piden los revendedores ilegales por una entrada para el GP de Brasil, que cerrará el domingo en Interlagos la temporada y definirá el título de la Fórmula 1, con entradas agotadas.
Así se desprende de una investigación de la cadena televisiva Globo, según la cual esa cifra es la que exigen por un acceso al sector para los entrenamientos del viernes, la clasificación del sábado y la carrera del domingo.
En una de las tribunas más requeridas, una entrada para los tres días que oficialmente costaba 450 dólares es ofrecida por los revendedores ilegales a 1.500 dólares.
El principal punto de reventa, según la TV Globo, es el portón 7 del autódromo de Interlagos, zona sur de San Pablo, y funciona sólo diez metros de una patrulla de la policía.
Los revendedores, que ofrecen servicio a domicilio, sólo aceptan cheques o dinero en efectivo.
1 comentario:
Jo, Massa los tiene a todos revolucionados y no es para menos, ojalá y les de una gran alegría ganando el mundial. Saludos
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