En cuatro días, Valencia ha pasado de la depresión más oscura al absoluto frenesí. El domingo pasado, Fernando Alonso ni siquiera tenía autorización por parte de la Federación Internacional del Automóvil para disputar este gran premio. Y hace unos minutos, el piloto asturiano ha encendido la mecha de la ciudad al adjudicarse el mejor tiempo de la primera jornada de ensayos, siete décimas por delante de Jenson Button y ocho de Rubens Barrichello, ambos al volante de un BrawnGP. Jaime Alguersuari ha terminado el penúltimo, a dos segundos y medio de Alonso.
El piloto asturiano ha circulado al límite, sin dejar apenas margen, si uno atiende a algunas de las maniobras que ha realizado por la trastienda del puerto de Valencia. Tras apuntarse la mejor vuelta a falta de menos de 20 minutos para el final del ensayo, el bicampeón del mundo ha realizado otro intento de rebajar su registro. Al abordar la curva que da acceso a la meta y a la entrada del carril de boxes, Alonso ha clavado los frenos de su Renault y, apurado, se ha echado encima de Nick Heidfeld, que circulaba por el exterior. Al embestir al alemán, que ha visto cómo su BMW se ponía a dos ruedas, el español ha perdido el alerón delantero de su bólido. Ambos se han refugiado en los talleres para que los mecánicos arreglaran los desperfectos, y Alonso aún ha tenido tiempo de volver a la pista y, en una vuelta de vértigo, volver a birlarle el mejor tiempo a Button.
A falta de los entrenamientos definitivos de mañana y, lógicamente, de la carrera, el primer día de entrenamientos del Gran Premio de Europa parece confirmar la mejora en el rendimiento del R29 que ya se vislumbró en la última carrera, en Hungría, donde Alonso se adjudicó la pole.
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